La visita de los vecinos del Valle de Cayón se inició en el Centro de Visitantes del Monte Hijedo, construcción restaurada de origen medieval. Las diferentes dependencias, cuadras, graneros, corrales y vivienda, se organizan en torno a la casa-torre, excepcional mirador desde el cual, con la ayuda del telescopio se pueden observar los límites del Monte Hijedo, uno de los bosques de roble albar más extenso y mejor conservado de la cornisa cantábrica.
Los visitantes pudieron disfrutar de una explicación por parte de los guías, que con la ayuda de paneles informativos, maquetas, y proyecciones, informaron sobre la fauna, la flora y el ecosistema del bosque de roble albar, además del modo de explotación de los recursos que este ofrece: madera, carbón, frutos, plantas medicinales, etc.
Una vez terminada la visita al Centro de Visitantes, se inició la ruta desde Riopanero al Monte Hijedo. Esta se desarrolla por un terreno regular y sin grandes desniveles, observando por el camino los diferentes tipos de árboles y arbustos existentes en el bosque. El roble albar (Quercus Petraea), el Roble Rebollo (Quercus Pyrenaica) y el Haya (Fagus sylvatica), son las especies más abundantes pero en Hijedo también podemos encontrar tejos, acebos, alisos o avellanos. Aparte del paisaje y la flora, en cuanto a la fauna descubrimos las huellas de los diferentes animales que habitan el Monte Hijedo, entre ellos, el lobo, el tasugo o la marta.
Esta iniciativa, a la que se ha sumado el Ayuntamiento de Santa María de Cayón, se enmarca dentro del Programa de Educación Ambiental y Voluntariado de Cantabria para entidades locales (PROVOCA), dentro del cual hay organizadas un amplio abanico de actividades relacionadas con la educación ambiental y el voluntariado, con el objeto de conocer, valorar, conservar y mejorar el entorno en que vivimos. Se destina a la ciudadanía en general y todas las rutas y visitas son gratuitas.