El rastrillo, todo un clásico, esta vez contaba como novedad con una sección dedicada a las bicicletas, patines y patinetes y contó con un total de 17 puestos.
Los interesados en la compra de objetos de segunda mano, que se acercaron hasta el Mercado de Sarón, se encontraron con artículos de todo tipo. Había posibilidad de comprar bicicletas, ropa, juguetes, peluches, objetos de cubertería, maletas, figuritas decorativas y objetos realizados artesanalmente.